La conexión entre el color y nuestras emociones
“El color es el lugar donde nuestro cerebro y el universo se encuentran”. Con estas palabras el pintor alemán Paul Klee describe la profunda conexión entre el color y las emociones, la percepción y la creatividad.
Desde una temprana edad, los niños muestran un interés innato por el color, lo que es una excelente noticia para los padres, porque la simple actividad de colorear, aparentemente trivial, juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo de nuestros pequeños: de hecho, más allá de ser sólo una simple actividad recreativa, colorear ofrece una serie de beneficios que influyen positivamente en su crecimiento y aprendizaje.
¿Tienes curiosidad de descubrir cómo? ¡Acompáñanos en la exploración de cuáles son los principales aspectos del desarrollo cognitivo infantil en los que la actividad de colorear desde muy pequeños influye mayormente!
Estimulación sensorial y motriz
Cuando los niños se sumergen en la actividad de colorear, están interactuando con su entorno de manera sensorial y motriz y es justo la manipulación de ceras, lápices de colores o pinturas que les permite desarrollar habilidades motoras particularmente finas. Sorprendentes son las consecuencias que este proceso de coordinación mano-ojo tiene en el desarrollo físico de nuestros pequeños, fortaleciendo los músculos de sus manos y de sus dedos y preparándolos para futuras destrezas, como, por ejemplo, la escritura.
Creatividad y expresión artística
El acto de colorear fomenta la creatividad y la expresión artística en los niños: de hecho, les ofrece la oportunidad de explorar su imaginación y expresar sus emociones a través del color y de la forma. Es justo esta libertad creativa, hecha posible por la experimentación con diferentes combinaciones de tonalidades y patrones, que ayuda a nuestros pequeños a desarrollar su propia identidad y autoestima.
Desarrollo cognitivo
Colorear promueve el desarrollo cognitivo en los niños. De hecho, al seleccionar los colores apropiados para llenar un espacio en blanco, están ejercitando su capacidad de toma de decisiones y desarrollando su capacidad de resolución de problemas. Además, la actividad de colorear estimula el pensamiento abstracto y la imaginación, que anima potencialmente a los niños a crear mundos imaginarios a través de sus dibujos.
Concentración y atención
La capacidad de enfocarse en una tarea es una habilidad fundamental en el día a día de una persona adulta y, por increíble que pueda parecer, desarrollarla ya desde muy pequeños es fundamental. Para un niño, centrarse en completar un dibujo o en colorear dentro de las líneas implica un esfuerzo mental considerable, requiere su plena atención y le enseña la virtud de la perseverancia.
Desarrollo del lenguaje
Otro aspecto del desarrollo cognitivo de los niños en el que la actividad de colorear puede influir es el lenguaje. De hecho, mientras que colorean con ellos, los padres, los familiares y los cuidadores tienen la oportunidad de entablar conversaciones con sus pequeños sobre los colores que están utilizando, los objetos que están coloreando y las historias que están creando a través de sus dibujos. Son justo estas interacciones que contribuyen a fomentar la adquisición del lenguaje y el desarrollo del vocabulario en la mente de los niños.
Socialización y cooperación
La actividad de colorear también puede convertirse en una experiencia social para los niños. Al colorear juntos, en efecto, nuestros pequeños aprenden a compartir y cooperar entre ellos, desarrollando habilidades sociales que no sólo son cruciales para interactuar con otros niños en cualquier contexto, sino que también formarán la base para afinar estas competencias sociales y de empatía, indispensables para su vida como personas adultas: de hecho, la interacción y la cooperación con otros niños desarrolla un papel fundamental al enseñarle a nuestros pequeños a respetar los límites de los demás y a trabajar en equipo para alcanzar un objetivo común como, por ejemplo, el completar un dibujo.
El concepto de conexión entre el color y nuestras emociones, entre el mundo que nos rodea y nuestra creatividad emerge claramente en la frase del exponente del abstractismo alemán Paul Klee: “el color es el lugar donde nuestro cerebro y el universo se encuentran”. A través de la exposición que presentamos arriba, hemos descubierto que, para los niños, colorear puede ser mucho más que una simple actividad recreativa. De hecho, este pasatiempo, como hemos averiguado, ofrece una amplia gama de beneficios que contribuyen significativamente a su desarrollo cognitivo, emocional y social: no sólo ayuda a desarrollar la creatividad, sino también promueve la concentración y la atención necesarias para enfocarse en alcanzar un objetivo.
Colorear puede convertirse en una valiosa herramienta para los padres, los educadores y los cuidadores, que pueden utilizarla para estimular el desarrollo de sus pequeños, ya en sus primeros años de vida.